La industria del tequila enfrentaba una transformación impulsada por la necesidad de innovar. Casa Cuervo, una de las destilerías más antiguas y respetadas de México, se encontraba en un momento crucial, buscando redefinir los límites del tequila y posicionarlo en un nuevo terreno: el lujo.
El reto principal era dar a conocer un producto sin precedentes: Tequila Don Julio 70, una creación que rompía con las convenciones tradicionales del tequila. Esta innovación, el tequila cristalino, combinaba la madurez del añejo con la claridad del blanco, lo que requería un enfoque comunicativo que no solo destacara el producto, sino que también educara al público sobre esta nueva categoría en la que sería pionero.
Desarrollar una campaña de comunicación que aumentara el reconocimiento del nuevo producto, explicando la categoría de cristalinos y ayudando a posicionar a Don Julio 70 como una innovación en la industria del tequila.
Se desarrolló una experiencia de marca única: Casa Don Julio, un espacio que encapsulaba los valores y el legado de la marca. Durante un mes, este recinto fue el epicentro de la conversación digital, albergando una serie de eventos exclusivos que no solo conectaron a la marca con líderes de opinión, sino que también generaron una narrativa fresca en torno a Don Julio 70. Cada evento fue diseñado para exaltar la historia y el lujo del tequila, conectando con una audiencia en búsqueda de nuevas experiencias.
Casa Don Julio no solo generó un 300% más de conversación digital de lo esperado, sino que también sentó las bases para el reconocimiento de los tequilas cristalinos como una categoría de lujo en la industria. Esto marcó un antes y después en la forma en que el mundo percibe el tequila, no solo como una bebida tradicional, sino como un símbolo de sofisticación.